Hay una distribución que es fatal:
Primer cajón: cubiertos.
Último: elementos de caja de herramientas.
Los del medio siempre ligan telas, cualesquiera sea su uso, aunque a veces también bolsas de supermercado hechas un bollo o, en el mejor de los casos, triangulitos de bolsa (eso lleva bastante tiempo).
Variaciones: por ejemplo, en este momento en el de mi casa paterna los cucharones, espátulas para torta y etcéteras llegaron a tal nivel de multiplicación que invadieron completamente el lugar de los martillos y pinzas (o sea, el último).
También hay elementos de uso MUY específico que no se utilizan jamás, porque cuando serían útiles uno ni se acuerda de que los tiene, como:
Un descarozador de aceitunas,
un moledor de ajo,
¡un corta-huevos duros!,
un rompenueces,
un batidor a rosca (o a tracción a sangre, imposible de hacer girar),
¡un pelanaranjas de tupper!
Y hasta un convertidor de huevos duros normales, o sea ovalados, en huevos duros cuadrados que vino en el 81’ aproximadamente con la revista Anteojito.
