jueves, noviembre 30, 2006

Como un viaje astral pero despierta

Esta habitación y mi cabeza son un caos, hay cajas, muchos papeles, dónde está ese lugar inspirador que busca el ojo para escribir después algo. También hay un cenicero que es un asco. Y en el medio de todo una silla giratoria, de computadora, muy incómoda, bajita. Ahora que veo, arriba del escritorio hay hasta un par de medias.

Hoy y ayer no ví a alguien que supuestamente es quien más cerca de mí está. Por ende, todos los demás están más lejos. Es decir que yo estaría en una especie de montaña, de esas que se ven enteras desde algún punto de observador no demasiado lejano, arriba de todo, chiquita, medio caricaturizada, con cara de perplejidad. Mirando para abajo o a la lontananza, no sé. Pero seguro con un gran signo de interrogación dibujado arriba.

“¿Qué pasa acá?”

(acá… acá… acá…) (eso es el eco)

“¿Tan livianito es esto?¿tan frágil?”

(ágil… ágil…ágil…)

Puta, haberlo sabido ni siquiera me subía a la moto. O será que en realidad es así… Que no hay amor incondicional como él mismo me dijo. ¿Mienten todos? ¿O son todos unos pobres crédulos que viven engañados?

Me parece que desde acá estoy viendo que la yo chiquita que está arriba está buscando el lado más fácil para bajar. Sí… duda un poco creo. Arrancó por la ladera derecha. Ups! Se resbaló. Está encarando para el otro lado. Sí, definitivamente está bajando, o cayendo, bien no sé. Abajo hay varios amigos.

2 comentarios:

Mildisculpas dijo...

Tu post me recordó ese capítulo de Los Simpsons en el que Homero se pega terrible viaje astral intentando descubrir quién es su alma gemela. Si no lo viste, te lo recomiendo.
No sé qué tendrá que ver con el post, pero es un buen capítulo.(?)

Terrorista Emocional dijo...

son todos unos pobres crédulos que viven engañados